El castigo

Y caía tan rápidamente, y podía ver como las llamas se acercaban a mi, pero no le tome importancia, pues ya todo me parecía irrelevante, así como si se tratase de una broma, aquello había sido inesperado pero a la vez lo presentía, pues todo lo que una vez me dio placer finalmente marco mi ruina.

Y de entre las llamas podía ver rostros, pero ninguno de ellos me llamo la atención, a lo lejos podía ver el suelo aproximando se a mi, y de repente, tan inesperadamente como había llegado a ese lugar divise su rostro. Era ella no cabía la menor duda, era la persona por la cual había caído en la perdición, la única que podía hacer que sufriera.

Al ver su rostro cerré los ojos, y tan pronto como lo hice los recuerdos vinieron a mi mente, como un sueño, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, porque de todas las personas en el mundo me tenia que encontrar con ella, la única mujer que realmente ame.

Los recuerdos de mi pasado afloraron rápidamente, recuerdos que me llevaron hasta los días de mi infancia, ahora en mi mente se posa la imagen de mis padres, recuerdo que vivíamos felices hasta aquel día, el día en que mi felicidad fue arrebatada por un asesino. Aquel que mancillo mi espíritu y me llevo al borde de la muerte. ¿Que podía hacer yo al ver a mis padres muriendo ante mis ojos?, ¿A caso fui un cobarde por no poder ayudarlos?, esos pensamientos me acosaron durante mi niñez por culpa de un maldito.

Al crecer mi odio lo hizo también, ahora no me culpaba, pues llegue a pensar que la misma sociedad era la culpable, entonces tome una decisión, ya que no podía ser feliz, dedicaría mi vida a que las demás personas no lo fueran. Comencé con cosas simples, si veía un mendigo en la calle o alguien hambriento no lo ayudaba, eso al principio me llenaba pero después no lo hizo, ahora mi placer era golpearlos, uno de tantos días pensé: ¿Por que los mendigos?, ellos no son felices, su vida ya es miserable, mejor prueba con las familias, fue así como decidí comenzar a destruir familias.

Una noche entre a una casa, sentía mucha envida por la familia que ahí residía, pues tenían todo lo que a mi se me había negado, llevaba en mi mano un cuchillo grande, al ingresar sorprendí al padre, camine sigilosamente hasta el y cuando me encontraba lo suficientemente cerca le corte el cuello, el se desplomo sobre el piso, la madre y su hija llegaron corriendo cuando vi a la joven ama de casa la apuñale en el pecho, no podía creerlo, la sensación era indescriptible, sentía un gran alivio y a la vez un tremendo placer, la niña corrió pero logre alcanzarla y al momento de capturarla le dije: «No me culpes a mi, culpa a la vida por haberme negado lo que tu tenias». Entonces la deje ir y huí.

Pasaron 10 años, y ya había asesinado muchísimas familias, la sensación siempre fue indescriptible, nada podía superarla, un día por azares del destino fui herido gravemente y cuando sentía que moriría, una mujer me salvo, curo mis heridas y me cuido, poco a poco me enamore de ella y pensé que ella también de mi.

Aquella noche mientras dormía, pude escuchar entre sueños como alguien golpeaba fuertemente algo como un trozo de madera delgado, desperté de golpe y vi a un enmascarado a mi lado, saco un cuchillo y me ataco, pude dominarlo y entonces logre herirlo fatalmente con su misma arma. al caer le quite su la mascara y pude ver que se trataba de ella, aquella a la que amaba, con la que pude por fin encontrar la paz y la felicidad, me había traicionado, antes de morir me dijo: «Maldito, mataste a mi familia y me negaste mi felicidad, mereces la muerte, pero ya había previsto esto, esta noche acabas de firmar tu sentencia ». Habiendo dicho esto dio su ultimo suspiro, lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, desde hace mucho que no me sentía así.

Me dispuse a huir en ese mismo momento, pero cuando intente 2 hombres me emboscaron, me golpearon y me acuchillaron, ya no podía moverme, el sueño se apodero de mi ser, cuando desperté me encontraba en a la orilla de este precipicio, sin saber como había llegado, sentí como alguien me empujaba, entonces comencé a caer, supe de inmediato que había muerto y que probablemente este seria el infierno.

Ahora el suelo se encuentra muy cerca mientras la mirada de odio de ella atraviesa mi ser, por primera vez comprendo que fue un error lo que había hecho, pues en vez de buscar la felicidad que una vez perdí, me dedique a que los demás la perdieran también, comprendo mi castigo y lo acepto, mientras me preparo para pasar la eternidad rodeado del odio que coseche.

Fin

0 Comments:

Post a Comment